Gerardo Avalle y Paula Reinoso – Islas de resistencias y modos de habitar la tierra

Autorxs: Gerardo Avalle y Paula Reinoso

Navarro, D. (Comp.) (2020) Resistencias al neoliberalismo en territorios argentinos : diversidad de actores, acciones y horizontes. Resistencia – Chaco: Ediciones Revés de la Trama. Fundacion IdEAS

Disponible en: http://www.fundacionideaschaco.org/publicaciones.html

Islas de resistencias y modos de habitar la tierra: el caso de la comunidad Ticas en el valle de Punilla, Córdoba

La comunidad Ticas está asentada próxima a la localidad de Bialet Massé en el valle de Punilla, en las sierras de la provincia de Córdoba, Argentina. Es parte del pueblo Comechingón que, junto con el Sanavirón y el Ranquel, tienen presencia milenaria en estas tierras y han sufrido históricamente la violencia y el despojo en el nombre de la civilización y el progreso del discurso moderno occidental. Bajo esta misma lógica, la comunidad indígena Ticas se encuentra hoy amenazada por disputas territoriales en torno al espacio de vida, producción y reproducción que ocupan “de forma pública, tradicional y ancestral”.
Aquí, como en gran parte de las luchas populares y sociales en el continente, en los últimos años -fundamentalmente de la mano de los movimientos indígenas, campesinos y afros- el concepto de territorio asume un lugar central para comprender cuáles son las disputas, materiales y simbólicas, que están en juego. Haciendo eco de ello, la geografía contemporánea (Sack, 1983; Raffestin, 1987, 1993; Haesbaert, 1997, 2002, 2004; Porto-Gonçalves, 2015) nos habilita herramientas epistémicas-políticas-metodológicas para el análisis. Dicha literatura encuentra su génesis en lo que algunos autores han denominado el “giro espacial” (Soja, 1997; Betancourt y otros, 2013) de la mano de las obras de Lefebvre y Foucault, a partir de las cuales las categorías tiempo y espacio se reconocen como “básicas de la existencia humana” (Harvey, 1990: 225).
Desde esta perspectiva, el territorio presupone un espacio geográfico que es apropiado por los sujetos en un proceso de territorialización a partir del cual emergen territorialidades –esto es, identidades entendidas como formas de ser, estar, sentir y vivir el territorio (Betancourt, 2015)– en un juego dialéctico que es siempre conflictivo y contradictorio, que está atravesado por relaciones de poder (materiales y simbólicas) y que “va materializando en cada momento un determinado orden, una determinada configuración territorial” (Porto-Goncalves, 2009: 44). En suma, la tríada territorio-territorialización-territorialidad aparece como un proceso social “que se encuentra en permanente cambio y es esencialmente político, por lo que envuelve relaciones de poder y formas de ser-saber-hacer- en/con/sobre un espacio geográfico, que entran en conflicto” (Betancourt, 2015: 37) .
Ahora bien, desde la perspectiva socio-espacial se intenta superar el marcado carácter historicista que ha prevalecido en las ciencias sociales (Betancourt y otros, 2013) así como también el congelamiento del espacio. De ahí que existan diferentes espacio-tiempos, o diferentes territorialidades, donde espacios-tiempos hegemónicos tienden a universalizar y homogeneizar espacios-tiempos otros. Es justamente en el encuentro contradictorio entre ellos que tienen lugar los conflictos territoriales (Betancourt y otros, 2013).
En este sentido, estas discusiones sobre espacio-tiempo nos llaman la atención sobre el error de considerar a los conflictos (actuales, manifiestos) aislados de la conflictividad estructural-histórica (Betancourt, 2015). En efecto, la conflictividad da cuenta de las transformaciones espaciales ocurridas en un determinado espacio geográfico, producto de las relaciones de poder entre grupos/clases sociales que han ido configurando diferentes ordenamientos territoriales con diferentes formas-contenido que no pueden entenderse como etapas, sino que se superponen y entran en conflicto (convergencia espacios-tiempos).
En definitiva, aquí se defiende la idea de que “a partir del estudio del pasado geográfico y su ‘formación’ en el tiempo, se pueden explicar las dinámicas presentes” (Bender, 2017: 104). Es por ello que en el presente trabajo nos proponemos hacer, en primer lugar, un repaso de lo que fue el proceso de expulsión y despojo de los territorios indígenas en la provincia de Córdoba, en general, y en la comunidad Ticas, en particular, durante la época de la colonia. En segundo lugar, problematizamos esas formas de vida, formas de ser, estar, sentir, vivir en/con la tierra de la comunidad Ticas, que entran en conflicto/contradicción con las formas hegemónicas de apropiación/uso del territorio.